El creador y CEO de Epic Games, Tim Sweeney, se ha convertido en una de las personas más ricas del planeta según la lista publicada por Bloomberg.
Fornite apareció en 2017 pero no se asentó como líder del sector hasta 2018. Rápidamente millones de jugadores quedaron fascinados con el juego y a día de hoy hasta los bailes y coñas de los personajes in-game son popularmente conocidos. De hecho, futbolistas como Özil o Griezmann -que celebra sus goles imitando algunos de ellos- y una larga lista de youtubers han mostrado su pasión por este videojuego.
A día de hoy cuenta con más de 200 millones de usuarios en todo el mundo y tiene unos ingresos mensuales por encima de los 150 millones de dólares. Por si ésto fuera poco, la primera estimación señala que en 2018 Epic Games ha terminado con más de 3.000 millones de beneficios.
Según la lista publicada por Bloomberg, Sweeney, de 48 años, tiene una fortuna de 7.000 millones de dólares y se sitúa en el puesto 194 del ranking. Aunque, eso sí (y por sacar algún apunte que le siga sujetando los pies sobre la tierra), aún le queda para llegar a los más de 160.000 millones de dólares de Jeff Bezos, actualmente el hombre más rico del mundo.
El éxito de Fornite
Pese a que el modelo de negocio de Fornite está basado en ser Free To Play, el beneficio de Epic Games se encuentra en las compras que los jugadores hacen dentro del juego. Comprar ropa, bailes, skins, uniformes, etc., se puede conseguir mediante pequeñas adquisiciones que cuestan pocos dólares.
La empresa ingresa cada día más de 2 millones de dólares gracias a estos micropagos, que no mejoran el rendimiento de los jugadores, pero sí su estética. De media, cada jugador gasta unos 80 euros para mejorar su experiencia de juego, a pesar de que las compras no les dan más posibilidades de ganar.
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